La salud y bienestar emocional usualmente se relaciona con la labor que realizan los psicólogos, sin embargo, agentes sociales como la familia y las instituciones educativas son un gran apoyo.
Es por ello por lo que, los profesores somos una pieza fundamental para el desarrollo integral de nuestros estudiantes, ya que pasan gran parte del tiempo en los centros educativos. Lo que sucede en el aula presencial o virtual es determinante para la percepción que tienen los alumnos de su entorno y cómo interactúan como parte de este, lo que influye en su bienestar emocional.
Te contamos a continuación sobre distintos hábitos que puedes incluir en tu sala de clases, para trabajar las emociones de tus estudiantes.
5 hábitos para promover el bienestar de los estudiantes en el aula
1- Pregúntales ¿Cómo se sienten?
Podrá sonar muy simple, pero si al inicio de cada clase lo incluyes como parte de tu rutina preguntar a tus estudiantes cómo se sienten, notarás que poco a poco se familiarizan con expresar su sentir; y con ello, lo que les gusta, sienten o les molesta. Haz una encuesta sencilla en alguna aplicación como la que ofrece Zoom o Menti, dando tres o cuatro opciones de categorías de emociones comunes, por ejemplo:
- En calma, relajación, serenidad.
- Cansado, desanimado, con flojera.
- Con nerviosismo, enojo, frustración o miedo.
- Con alegría, emoción y entusiasmo.
Por ejemplo: que lleguen con hambre, el horario de clase o que tengan una clase antes que la tuya que les deja agotados. Lo importante es tener información que te permita emprender acciones para mejorar el estado de ánimo del grupo para tu clase, y sobre todo que tus estudiantes perciban que te interesa realmente saber cómo se sienten y hacer algo al respecto de su bienestar.
2- Muéstrales que te interesa conocerlos
Desde los primeros días de clase invierte un tiempo para hacerles saber que te interesa conocerlos. No esperes todo el semestre para descubrir quienes son y qué les importa, ya que esto puede ser fundamental para detonar el compromiso de tus estudiantes con tu clase.
3- Considera sus necesidades
Un error en el que solemos caer es creer que los estudiantes son quienes deben adaptarse a nuestros tiempos y nuestras agendas de forma exclusiva, cayendo en un grado de incomprensión de sus necesidades y posibilidades.
Recordemos que los estudiantes no tienen únicamente nuestra clase, por lo que debemos respetar sus propios procesos de distribución de tiempo y agenda de actividades. Para este punto, te sugiero que tu curso esté lo más estructurado posible desde el inicio del semestre, que plantees las reglas de forma clara y que tus estudiantes sepan qué actividades realizarán en el periodo y cuando son las fechas de entrega.
4- Promueve que se conozcan entre compañeros y compañeras
Si algo nos ha quitado la pandemia, es la oportunidad del contacto humano. Recordemos que las instituciones educativas son espacios de aprendizaje y también son entornos de socialización, por lo que es muy importante que, dentro de una visión integral, promovamos que los estudiantes se relacionen, platiquen, interactúen y construyan redes sociales.
Una práctica que se puede llevar a cabo es que al inicio de la clase dos personas se pregunten algo sobre sus hobbies, gustos o intereses, así como promover que los primeros minutos de los trabajos colaborativos, se dediquen a conocerse un poco.
5- Retro, retro, retro
Una parte fundamental de toda clase son los momentos de retroalimentación que tenemos con nuestros estudiantes, sin embargo, debemos promover que estos espacios de diálogo no sean únicamente para dar información sobre una tarea, sino que también, sean parte de un entorno de charla e interacción entre nosotros como profesores y nuestros alumnos.
No es extraño que los estudiantes sientan confianza con algunos profesores para preguntarles cosas sobre su futuro o platicarles algo que les está pasando, exponiendo la necesidad que a veces tienen de expresar cómo se sienten y hablar con alguien con quien sienten seguridad.
Te invitamos a adoptar estas prácticas y te aseguro que tus estudiantes te lo agradecerán.
Fuente: Observatorio Instituto para el Futuro de la Educación