El Museo de la Educación Gabriela Mistral, ubicado en la comuna de Quinta Normal, recoge gran parte de la historia de la educación en Chile. Desde las tablas de castigo usadas antiguamente para disciplinar a los alumnos hasta una completa colección de textos escolares que data desde finales del siglo XIX, en este lugar los visitantes podrán encontrar objetos llenos de significado que lo convierten en un espacio para repensar la educación hoy.

Por Deisy Torres

Durante la primera mitad del siglo XIX, en las escuelas de Chile no se usaron cuadernos. Hasta 1887 las mujeres tuvieron prohibido el ingreso a la universidad y la cobertura escolar alcanzaba apenas un 34 por ciento a principios del siglo XX. Datos difíciles de entender en el Chile de hoy y que se pueden leer en las paredes del Museo de la Educación Gabriela Mistral, lugar que da cuenta de la historia en que se forjó el sistema educativo del país y los procesos políticos y sociales que lo fueron moldeando. Historia que los maestros de Chile tienen el deber y obligación de conocer.

Por eso, teniendo en cuenta el debate actual sobre la Reforma Educacional y el proyecto de ley de Carrera Docente, vamos tras los orígenes de la educación en Chile con una visita a este recinto. Un repaso por los objetos que componen su muestra que, más allá de su función de testigos y fuente histórica privilegiada, formaron parte de la historia cotidiana de muchos profesores chilenos y son la base de la educación que hoy conocemos.

Un poco de historia

El museo se fundó en el año 1941 con el nombre de Museo Pedagógico de Chile, bajo la presidencia de Pedro Aguirre Cerda, cuyo lema “Gobernar es educar” iba en línea con el objetivo del recinto: dar cuenta de la historia de la educación en Chile, a través de la recolección, conservación, investigación y difusión del patrimonio pedagógico del país.

Durante sus 74 años de funcionamiento, el museo ha enfrentado cuatro cierres y su reubicación en seis sedes distintas, hasta su arribo en 1981 al edificio de Chacabuco 365, en la comuna de Quinta Normal. Su llegada a este lugar no es casual. Apela a otro hito histórico para la educación en Chile: la Escuela Normal Nº 1 de Niñas, que en 1886 abrió sus puertas en el mismo edificio, siendo hasta su cierre en 1974, una de las instituciones más importantes en la formación de profesoras del país.

Sería el terremoto de 1985 lo que obligaría a cerrar nuevamente las puertas del museo, esta vez durante 21 años. Quedó en manos de la DIBAM, en estrecha colaboración con el Ministerio de Educación y el Colegio de Profesores de Chile A.G, realizar los esfuerzos necesarios para restaurar el edificio, conservando su arquitectura original. Este proceso culminó con la reapertura del museo el 8 de marzo del año 2006, con un nuevo nombre: Museo de la Educación Gabriela Mistral, ampliándose así el concepto de lo pedagógico, al poner en valor lo educativo de la mano del personaje de Gabriela Mistral como teórica de la educación en el país.

 

Recorriendo el Museo

El museo responde a una estructura tradicional, con objetos exhibidos en vitrinas y algunos elementos didácticos, con los que el público puede interactuar. Sin embargo, es en el valor patrimonial de esos objetos que componen la muestra donde radica su importancia, y lo que hace de su visita un viaje en el tiempo, que permite dar una mirada a un Chile que para muchos sigue siendo ajeno.

La palmeta de castigo, objeto de madera con que profesores imponían castigos físicos a alumnos ante la venia de directivos y padres, es sin duda uno de los objetos más llamativos de la muestra. Un correctivo disciplinario impensado en el modelo educativo actual, pero que responde a un contexto político y social determinado. Tal como lo hicieron durante el siglo XIX la asignatura de Economía Doméstica, que enseñaba a las alumnas actividades del hogar en torno al bienestar y el ahorro, o las Cantinas Escolares, aulas adecuadas para alimentar a los alumnos, con que se buscaba palear los altos niveles de desnutrición infantil de la época.

La biblioteca especializada del recinto tiene tantos años como el museo mismo. Está compuesta por una colección de libros de pedagogía, antropología, psicología entre otras áreas, que data de mediados del siglo XIX. Otra sección relevante para los investigadores corresponde a la compilación de textos escolares, que datan desde finales del siglo XIX hasta 1980; fuente primaria para observar cambios en el currículo, actividades y estética de la educación en Chile. Y para los interesados en la cartografía, la biblioteca cuenta con mapas del siglo XIX y XX, que han sido digitalizados para su consulta. Observar los cambios en un mapa de Europa de un siglo atrás y compararlo con una ficha digital de Google Maps, es una experiencia que permite entender los cambios, no sólo en la metodología, sino también en el conocimiento mismo.

Para Fernanda Martínez, encargada de desarrollo institucional del museo, este es un lugar familiar, en el que todos los visitantes pueden ver reflejado su paso por el sistema escolar, ya sea recordando o comparando, y desde ahí generar una opinión propia. “El museo no sólo tiene la misión de contar la historia de la educación en Chile. Permite a quienes lo visitan discutir sobre la educación de hoy. Venir a conocerlo es una posibilidad para involucrarse en el debate. Es recordar, pero también conocer cosas nuevas. Ver cómo ha cambiado la escuela, pero también reflexionar sobre ese cambio, si es suficiente, si ha sido bueno, cuánto más necesitamos y cuáles son los actores que se necesitan para generarlos”, afirmó.

Para Martínez, la invitación es a que los visitantes, principalmente los profesores, se vayan incomodos del museo, con más preguntas que respuestas acerca de los cambios que ha tenido la educación en el país, pero con una intención crítica que les permita generar propuestas.

Actividades para profesores y sus cursos

A la fecha, el museo se encuentra a disposición de la comunidad, con especial énfasis en la comunidad educativa. Para los profesores interesados en asistir con sus respectivos cursos, el museo ofrece visitas guiadas, exhibiciones temporales, talleres, entre los que destacan los talleres de patrimonio y género, y la elaboración de banderines junto a los alumnos.

Para solicitar una visita guiada o taller, se debe contactar directamente al museo en el teléfono 22681 8169 o el email desarrollo.megm@museosdibam.cl

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