Cuando eliges ser educadora de párvulos estás dedicando tu vida profesional a ayudar a que nuestros recursos más valiosos, los niños, se conviertan en aprendices responsables y competentes. Pero, sabemos que enseñar a un niño en edad preescolar no es una tarea sencilla.

Por eso, debes tener un interés personal y una pasión por ayudar a los niños pequeños, y verlos aprender y lograr sus objetivos. Este es uno de los beneficios más reconfortantes de ser una educadora de párvulos. Durante muchos días pasarás más tiempo involucrándolos, enseñándoles e influyendo en su comportamiento más que nadie, incluidos sus padres.

Si como educadora necesitas reencantarte con tu labor en el aula, te invitamos a leer esta lista de razones por las que tu trabajo puede hacerte sentir recompensada y apreciada en tu profesión.

 

 

 

 

Y para ti educadora de párvulos, ¿qué es lo más gratificante de tu trabajo en el aula?

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