Cuando eliges ser educadora de párvulos estás dedicando tu vida profesional a ayudar a que nuestros recursos más valiosos, los niños, se conviertan en aprendices responsables y competentes. Pero, sabemos que enseñar a un niño en edad preescolar no es una tarea sencilla.
Por eso, debes tener un interés personal y una pasión por ayudar a los niños pequeños, y verlos aprender y lograr sus objetivos. Este es uno de los beneficios más reconfortantes de ser una educadora de párvulos. Durante muchos días pasarás más tiempo involucrándolos, enseñándoles e influyendo en su comportamiento más que nadie, incluidos sus padres.
Si como educadora necesitas reencantarte con tu labor en el aula, te invitamos a leer esta lista de razones por las que tu trabajo puede hacerte sentir recompensada y apreciada en tu profesión.
- Tienes la oportunidad de experimentar cosas con ellos por primera vez: Esto sucede en la mayoría de los niveles, pero no en la medida en que sucede en las aulas de la primera infancia. Cuando estás enseñando educación infantil temprana, a menudo eres la primera testigo de momentos en que los niños hacen cosas por primera vez.
- La responsabilidad de mantener a los niños seguros: Hay un sentimiento un tanto noble que acompaña a la enseñanza en educación parvularia. Saber que estás cuidando a las personas más vulnerables entre nosotros, ayudarlos a aprender y convertirse en personas responsables, y mantenerlos seguros, es una gran responsabilidad. Una con la que definitivamente te sentirás bien.
- Puedes encontrarte con tu propio niño interior: Ser educadora de párvulos te da la libertad de explorar las partes de ti mismo que prosperan en las experiencias infantiles. Puede refrescar tu imaginación y tus habilidades creativas a través de las actividades que planeas y los resultados de aprendizaje que aspiras lograr con tus alumnos.
- Te hace más creativa: Cuando trabajas con niños pequeños todos los días, estás obligado a aprovechar más tus propias capacidades mentales creativas. Los niños no están inhibidos por el conocimiento y la lógica que a veces frena nuestra capacidad de pensar. Por eso, cuando trabajas con niños pequeños, eres testigo de cómo tu propia imaginación y creatividad cobran vida.
- Están dispuestos a aprender: ¿Sabes qué es lo más genial de enseñar a niños en nivel parvulario? Los niños a esa edad no son cínicos ni defensivos para aprender cosas nuevas, lo que puede cambiar con la edad. Cuando los niños son pequeños y comienzan a aprender, están dispuestos a participar contigo en el proceso educativo. Quieren aprender sobre el mundo tanto como quieras enseñarles.
Y para ti educadora de párvulos, ¿qué es lo más gratificante de tu trabajo en el aula?
Gracias. Soy Egresada en Ed preescolar.