Parecería que si se trata de motivar, la mejor forma sería comunicarse y eso implica romper el silencio. Sin embargo en ocasiones el silencio es señal de asertividad y, en ocasiones, también es una forma de comunicar.
Los líderes saben utilizar el silencio como una táctica para expresarse por sí mismos y como una oportunidad para dirigir. El silencio puede convertirse en una herramienta útil cuando se trata de liderar un equipo.

El concepto de liderazgo es asimilado erróneamente como la capacidad de orden o mando. Se denomina liderazgo al conjunto de habilidades que una persona debe saber aplicar para influir en la manera de pensar o de actuar de otras, motivándolas y ayudando en la consecución de logros.

Seis maneras de liderar con el silencio como aliado:

1. Escuchar para establecer una relación de confianza

Si se desea desarrollar relaciones efectivas, se debe crear confianza. Para construir confianza, se debe escuchar. Cuando se quiere establecer una relación, no se trata de sólo hablar y debemos hacer preguntas sobre la otra persona y escuchar las respuestas para aprender sobre la otra persona. Cuando nuestro interlocutor se percate de que se le está escuchando, ellos escucharán recíprocamente.

2. Enfatizar en el punto

Si se utilizan demasiadas palabras, el punto de la conversación corre el riesgo de perderse. El silencio o el uso selectivo de las palabras concretas permite ser escuchado cuando sea importante. En caso de estar en una reunión, no responder a todos los cuestionamientos que se plantean en el grupo. Se trata de responder a una o dos preguntas., con la finalidad de dejar respuestas más memorables.

3. Negociar en silencio

El silencio cuando se negocia puede ser un factor de alta tensión nerviosa. Cuando nos enfrentamos a una persona que está en silencio, a menudo nos preguntamos qué podrían estar pensando. Hay que invertir los papeles y dejar que ellos se pregunten lo que nosotros estamos estás pensando. Por ejemplo, cuando se negocia un sueldo, No contestar de inmediato y hacer una pausa. La incomodidad del silencio hará que la otra persona quiera llenar el vacío y empezar a hablar. Hay que dejar que el silencio revele más información que ayude a tener ventaja.

4. Empoderar a los demás

Los líderes otorgan poder a otros y rara vez le dicen a la gente qué hacer. Más bien, los líderes brindan a otros la oportunidad de identificar la hoja de ruta para alcanzar los objetivos que se propusieron lograr. Los líderes quieren saber lo que piensan los demás. Por ejemplo, en el caso de proponer un nuevo proyecto, se debe pedir a los interlocutores que compartan sus pensamientos con usted y dejar que expresen sus ideas. Los líderes dan a otros la oportunidad de liderar, lo que ayuda a ganar respeto y aumentar el poder.

5. Obtener la respuesta en silencio

Cuando paramos de hablar permitimos que los demás nos den su respuesta. Cuanto antes dejemos de hablar, más rápido nos responderán. Es común que después de hacer una pregunta no dejemos de hablar después de terminarla. No se debe proseguir de la pregunta con explicaciones o excusas porque las palabras extras diluyen la pregunta y el poder del mensaje.

6. Centrarse

No se necesita de otras personas para cosechar el poder del silencio. Se debe tomar tiempo del día para estar en silencio. Hay que practicar con ejercicios simples como mantenerse un momento de silencio al despertar por la mañana o ir a una habitación sola durante la jornada de trabajo y cerrar la puerta durante unos minutos. En ocasiones el silencio puede decir más cosas que las palabras y se debe aprender de ello. La meta es saber cuándo el silencio ayuda a expresarse mejor por sí mismo, conducir y aumentar el poder de liderazgo.

Fuente: El Economista

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