Para todos los docentes es sabido que el inicio de una clase es uno de los momentos cruciales en el aula, pues marca la entrada a la experiencia que seguirá a esos primeros minutos. Comenzarla de forma adecuada puede marcar la diferencia entre una sesión fluida o una que vaya presentando dificultades, pues establece el clima y las expectativas para enfrentar las propuestas que el o la docente lleve al aula.
A pesar del impacto y relevancia que el inicio tiene para que los estudiantes se motiven con la clase y desarrollen una disposición positiva al aprendizaje, muchas veces este momento se vuelve monótono, previsible, dificultando el logro de un clima adecuado para el aprendizaje, y por tanto, afectando los otros dos momentos que le siguen y en consecuencia el logro del objetivo de la clase. Entonces, el desafío para los docentes es proponer un inicio de clases que motive a los estudiantes, les disponga positivamente al aprendizaje a partir de expectativas claras, y favorezca el desarrollo de un clima adecuado para el logro del objetivo. Sin embargo, muchas veces ocurre que se acaban las ideas originales para iniciar la clase de manera diferente cada vez. Frente a esta falta de ideas para el inicio se puede recurrir a diversas fuentes, siendo las experiencias de otros docentes una excelente forma de aumentar nuestras posibilidades a la hora de planificar “el inicio”.
No quedarse siempre con la misma estructura, muchas veces sugerida en documentos oficiales a modo de ejemplo, y buscar recursos o estrategias que puedan generar un quiebre en la rutina de las clases, puede ayudar a generar expectativas y activar la curiosidad e interés de los estudiantes necesarias para el logro de los objetivos de aprendizaje propuestos para la clase. Con ese propósito compartimos las siguientes 12 ideas con las que puede comenzar sus clases, las que puede emplear en forma alternada para evitar caer en la monotonía y así dar el impulso que sus estudiantes requieren para que logren, de manera fluida, los objetivos de aprendizaje que se proponen.
1. Con charlas de un minuto
Los estudiantes tendrán que dar charlas de 60 segundos sobre cualquier tema, desde temas seleccionados por ellos mismos que les apasionen o en los que tengan experiencia, hasta temas elegidos por el docente. La única regla es que no pueden dejar de hablar.
2. Con un juego en equipo
Lo mejor de esta actividad es que ofrece la oportunidad de ganar a estudiantes que puede que no destaquen en otras actividades que comparten con sus compañeros durante el resto del día. Si sonríe menos del 90% de tus estudiantes es porque lo estás haciendo mal.
3. Debatiendo sobre temas originales
Este juego entrena las cualidades como debatientes, tanto para defender temas, como para apoyar posturas contrarias. Elige temas superficiales como por ejemplo enfrentar a dos cantantes para determinar cuál es mejor, pero exige a tus estudiantes que defiendan su razonamiento con datos y de forma convincente.
4. Con un tweet inteligente
Los tweets son cortos, rápidos y van al grano. Encuentra uno sobre la materia que imparta que pueda compartir con sus alumnos.
5. En completo silencio
Invite a estar los primeros 10 minutos en completo silencio. Un ejercicio ideal para templar los nervios de los docentes.
6. Con meditación
Solamente si está familiarizado con esta técnica y puede hacerlo bien. En ese caso, puede ser de gran ayuda para su clase durante el curso.
7. Un fragmento de un podcast
Hay muchos podcasts que valen la pena. Puede ser bueno para acercarse a un tema o contenido y también es útil para modelar un posible debate posterior. Elige bien, solo tendrás tiempo para uno.
8. Con un vídeo de YouTube
Busca algo divertido, creativo, incluso insustancial. Si quieres relacionarlo a algo, elige un vídeo que se ajuste a ese propósito.
9. Empieza la clase leyendo
Un poema, un fragmento de un libro, de un cómic, de un artículo e incluso de un mensaje compartido en una red social. Despierta su curiosidad sobre distintos temas con esta buena costumbre.
10. Cuenta una historia personal
Cuéntales una historia de tu infancia o algo que te ocurrió el fin de semana. La humanización del profesor es positiva para los estudiantes.
11. Inicia la jornada con una imagen de Instagram
Encuentra una imagen interesante que se haya viralizado y compártela con ellos. Puede servir para iniciar un trabajo, un debate o una práctica. O simplemente para romper el hielo con algo con lo que están familiarizados los estudiantes. Todos están en Instagram.
12. Con la construcción de un relato conjunto
Escribe una frase para iniciar un relato (por ej.: “El verano me recuerda a …”) en varias hojas de papel que repartirás alrededor del aula. Explica a los alumnos cómo rotarán los papeles para que a todos les llegue. Deben leer los comentarios de sus compañeros antes de plasmar su frase o idea. Podrán construir juntos un relato a partir de las ideas de otros. Puede ser interesante y divertido.
Fuente: Web del Maestro