¿Has notado que tus estudiantes, a menudo, no pueden ver su propio progreso de la misma manera que tú lo ves?

Se desmotivan sin razón aparente y no sabes cómo actuar. En esa nota te presentamos algunas estrategias para hacerlos partícipes de su proceso de enseñanza y mantenerlos motivados durante todo el año escolar.

  1. Estrategias para construir compromiso

Hay algunas maneras en que puedes ayudar a los estudiantes a preservar (y potencialmente aumentar) su compromiso con los objetivos que se proponen.

El primer paso es ayudar a los estudiantes a establecer metas apropiadas. Esto funciona mejor si los estudiantes establecen objetivos basados ​​en los principios SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y perdurables en el tiempo). Les puedes pedir que creen un diario de aprendizaje donde registren tanto los objetivos como su progreso. Una buena pregunta de estímulo puede ser: “¿Qué aprendiste esta semana?”

  1. Estrategias metacognitivas

Los estudiantes se distraerán en algún momento del año escolar, esto es inevitable. Pero, también es posible que no se den cuenta cuando comiencen a hacerlo. Para ayudarlos a tomar conciencia, pídeles que escriban ejemplos de cosas que hayan interrumpido su aprendizaje, tanto dentro como fuera del aula. Tal vez no hicieron su tarea porque estaban viendo una serie en Netflix o malgastaron su tiempo de estudio en Instagram. Discuta las diversas opciones implícitas en esas distracciones y concéntrese en soluciones positivas y realistas, como elegir ver series más tarde como recompensa por completar la tarea.

Utilice ejemplos de estudiantes que hayan desarrollado estrategias por su cuenta para lidiar con las distracciones. Los estudiantes suelen ser más receptivos a recibir consejos cuando se trata de sus compañeros.

  1. Estrategias para aumentar el interés de los estudiantes

Los estudiantes están más motivados por su trabajo escolar cuando es interesante. Ofrecer a los estudiantes opciones es una forma común de generar interés, junto con la calidad y relevancia de los materiales de aprendizaje. También puedes permitir que los estudiantes negocien giros en una tarea que la haga más interesante para ellos, mientras aún trabajan hacia el logro de los objetivos de aprendizaje de la lección.

Pero no todos los objetivos de aprendizaje despertarán los intereses de los estudiantes, un hecho que vale la pena reconocer abiertamente. Pídeles a tus alumnos que reflexionen sobre las tareas que les parecen poco interesantes en su diario de aprendizaje, eso te ayudará a identificar patrones y reaccionar de manera positiva.

  1. Estrategias para manejar las emociones negativas

Los profesores también pueden incitar a los estudiantes a reflexionar sobre su estado de ánimo al evaluar cómo están progresando hacia sus objetivos, y anotar estas observaciones. Por ejemplo, un estudiante podría escribir: “No aprendí mucho vocabulario nuevo esta semana. Me sentía enojado y no podía concentrarme”. Una vez que sabes lo que está sucediendo en la vida emocional de tus estudiantes, es más fácil ofrecer consejos específicos sobre estrategias para garantizar que el aprendizaje continúe.

  1. Estrategias para construir entornos positivos de aprendizaje

Pida a los alumnos que respondan a las preguntas: ¿Con quién trabajo bien? ¿Con quién no trabajo bien? ¿Por qué? Esto ayuda a los estudiantes a evaluar la dinámica social del contexto de su clase. Un resultado objetivo podría ser algo así como: “Camila es una gran amiga, pero cuando nos unimos en un grupo, terminamos conversando en lugar de trabajar”. Como profesor, también puedes usar esta información para formar grupos que colaboren bien y trabajen eficazmente hacia objetivos comunes.

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