La última etapa del año nunca es fácil. Hay psicólogos que incluso hablan del “Síndrome Diciembre”, para graficar las preocupaciones de esta época. A esto hay que sumarle todo el estrés producido por el estallido social en el país.

Este fin de año escolar 2019 ha sido especialmente complejo. Además del común cansancio acumulado, las evaluaciones finales, el común “todo a última hora” y la preocupación por el resultado final, se sumó el gran estallido social que continúa generando estrés entre docentes y directivos. Física y mentalmente, probablemente, estemos en curva descendente.

Todo esto puede afectarnos e incidir en nuestro bienestar personal, familiar y laboral dentro de las escuelas, si no tenemos herramientas o las capacidades para enfrentarlas. Es por ello que a continuación te entregamos algunas ideas sencillas que puedes poner en práctica para tener un mejor fin de año.

• Tener una buena planificación de las actividades: Esta es una época de muchas actividades extraescolares, por lo que organizarse con tiempo es saludable para que las responsabilidades no te abrumen. Lo ideal es priorizar, dosificar y optar por lo más importante.

• Busca la calma mental: Realiza ejercicios de respiración, meditación y pausas laborales efectivas. Pon atención en enderezar la columna al despertar y en las horas de trabajo en la escuela. Esto te ayudará a enfrentar mejor el día.

• Mantén hábitos saludables: Es una época muy calurosa recuerda tomar mucha agua. Respeta también la pauta de sueño y aliméntate con una dieta balanceada en base a vegetales y frutas, principalmente.

• Pide ayuda, comparte tus inquietudes: Si tienes problemas, pide consejo de algún colega dentro de tu centro educativo. Si la relación con la dirección es buena, háblalo con ellos. Apoyarse en otro profesor puede ayudarte a sentirte mucho mejor.

• Mantener siempre la motivación: Valora todo tu esfuerzo y metas logradas durante el año y piensa en que el año que viene será un excelente tiempo. Recuerda siempre tu gran vocación de ser docente. 

• Pon tu energía donde haya que ponerla: Evita pensar en cosas del trabajo antes de llegar a la escuela o al salir. Te ayudará a despejar la mente de posibles pensamientos negativos y a no llegar a la casa con preocupaciones.

• Presta atención a tus emociones: Sobre todo que no cursen emociones como el estrés, frustración o decepción. Conversa sobre el tema siempre.

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