El término agotamiento se acuñó originalmente en la década de 1970 para describir las consecuencias del “estrés severo y los ideales elevados” entre las profesiones de ayuda. En los últimos años ha surgido el “Síndrome de Burnout”, el cual hace referencia a un alto nivel de propósito moral, una dedicación para marcar la diferencia y la necesidad de ir más allá. Esta fuente de motivación bien intencionada puede pasar factura a una persona. Si trabajas en educación, ¿te suena esto familiar?

La Organización Mundial de la Salud ha redefinido recientemente el agotamiento como “un síndrome relacionado con el estrés laboral crónico que no se ha manejado con éxito”. En nuestro mundo acelerado, intensificado por la pandemia y sus demandas digitales, se ha convertido en un riesgo mucho más común.

El estrés es increíblemente alto entre los docentes y el personal educativo. Ocho de cada diez han señalado que están estresados ​​por el trabajo. Cuatro de cada diez dijeron que la presión sobre su salud mental y su bienestar los ha llevado a considerar irse de su trabajo. La presión tiene un propósito muy útil para la mayoría de nosotros, ya que nos motiva y nos insta a dar lo mejor de nosotros, pero el estrés continuo puede dañar seriamente nuestra salud y puede desencadenar en el Síndrome de Burnout. 

¿Serías capaz de detectar los signos del Síndrome de Burnout en ti mismo o en un colega?

Los síntomas principales son:

Algunas personas también mencionan síntomas físicos como sueño interrumpido o dolores de cabeza y estómago. Si sufres de depresión, esto también puede ser un precursor.

Es muy importante ser consciente de las señales de advertencia. Si los detectas, la buena noticia es que puedes recuperarte del agotamiento y evitar ser víctima del Síndrome de Burnout.

Estos son nuestros consejos para ayudarte a prevenir y vencer el agotamiento:
1- Hazte cargo de tu bienestar

Para cuidar a tus alumnos, debes cuidarte a ti mismo. Como los límites del trabajo y el hogar se han desdibujado más durante la pandemia, asegurate de tener muchas oportunidades para relajarte y recargar adecuadamente. Ten en cuenta el tiempo para descansar los fines de semana y durante las vacaciones anuales. Come bien, duerme lo suficiente y toma aire fresco.

2- Haz cosas que te hagan sentir como ‘tú’
Puede ser un pasatiempo, ver o conversar con amigos y familiares, o preparar una comida. Es importante recordar que eres una persona más allá de tu trabajo. Participar en nuestras pasiones y hacer tiempo para nuestros seres queridos puede energizarnos y ayudar a prevenir el agotamiento.

3- Sé consciente de tus emociones, niveles de estrés y salud mental
Conectar con cómo nos sentimos y darnos cuenta de nuestros niveles de estrés puede ayudarnos a controlar los síntomas y encontrar soluciones. Puedes usar técnicas de atención plena o llevar un diario para sentirte más tranquilo y dejar de lado tus preocupaciones.

4- Acepta cuando necesites decir ‘no’
¿Se puede delegar? ¿Está en línea con sus propias prioridades profesionales? Acepta que no puedes con todo y que hay momentos en los que es mejor para ti, tu salud y tus alumnos decir que no.

5- Obtenga apoyo

Si siente que se está acercando al agotamiento o ya lo está experimentando, no sufra solo. Hable con colegas, amigos, familiares o llame a nuestra línea de ayuda gratuita y confidencial, atendida por asesores calificados y disponible las 24 horas, los 7 días de la semana en el 08000 562 561.

Fuente: Education Support

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