Los elementos básicos de las clases en línea, como los sistemas de gestión del aprendizaje y las clases en video, pueden tener un gran valor en las clases presenciales.

Antes de la pandemia, el aprendizaje combinado estaba limitado por el acceso a las tecnologías por parte de los estudiantes o también por la inexperiencia que algunos docentes tenían frente a las estrategias para desarrollar el aprendizaje virtual.

A pesar de los desarrollos de modelos híbridos y una posible vuelta a la presencialidad, es importante no perder los beneficios de las prácticas de aprendizaje virtual que funcionaron.

Mantener un espacio virtual

Mantén las planificaciones de las clases de forma transparente para los estudiantes para que entiendan cómo se verán sus experiencias de aprendizaje.

Las plataformas de aprendizaje virtual como Google Classroom, Canvas y Schoology benefician a los estudiantes al tener agendadas sus clases, envíos de trabajos y recursos contenidos en un espacio virtual. El acceso completo las 24 horas del día, los 7 días de la semana significa que los estudiantes y sus padres o tutores pueden ver la información sobre clases y tareas para brindar apoyo en el hogar y formular preguntas específicas frente a cualquier duda.

Dentro del aula física, los estudiantes pueden acceder a la clase con enlaces integrados que brindarán apoyo en el momento preciso. Aquí hay algunos ejemplos de enlaces de recursos:

Desarrollar una biblioteca de videos

Las grabaciones ayudan a explicar conceptos y pasos clave para completar tareas complejas. Piensa en cuántas veces los profesores nos encontramos repitiendo explicaciones. Si las instrucciones y/o ideas se registraran, estarían a disposición de los alumnos para revisar cuando lo necesiten.

La mayoría de las personas no aprenden los conceptos la primera vez que se les presentan. A veces, lo que tenía sentido la primera vez que se escuchó, no parece tan claro más tarde esa noche o al día siguiente. Las grabaciones brindan a los estudiantes un espacio seguro en donde revisar el contenido. También permite que los familiares o tutores tengan contexto sobre la clase, para ayudar a los estudiantes en caso que sea necesario.

En el aula física, los estudiantes pueden consultar las grabaciones cuando tienen dificultades con un concepto o una tarea. Tienen acceso inmediato a videos que abordan sus preguntas antes de que la frustración impida el progreso de su trabajo.

Organiza videos en listas de reproducción digitales según la unidad y/o el tema. Incluye videos creados por docentes, videos creados por estudiantes y videos relevantes de YouTube y otros lugares. Por ejemplo, los videos de YouTube pueden integrarse en plataformas de aprendizaje virtual para uso inmediato.
Hacer videos es tan fácil como iniciar una sesión de pantalla compartida a través de Zoom, Google Meet o Microsoft Teams y hacer clic en el botón de grabación.

 

Enseñar dentro de un aula física con los estudiantes brinda oportunidades que no están disponibles virtualmente. Sin embargo, las herramientas y recursos virtuales pueden hacer que el aprendizaje sea más dinámico y respaldado, ayudando así al docente a diagnosticar y apoyar las diferentes necesidades de los alumnos.

Es importante que las clases continúen incluyendo prácticas de calidad del mundo virtual para experiencias de aprendizaje combinadas. Usar solo experiencias tradicionales o limitar el uso de estrategias virtuales es como elegir completar tareas con la mitad de las herramientas disponibles. A medida que el aula física crece en fuerza, explora las lecciones positivas aprendidas del mundo virtual para involucrar a los alumnos en un mayor éxito académico.

Referencia: Edutopia

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