¿Recuerdas la última vez que te sentaste en el trabajo o tuviste reuniones durante todo el día?. Probablemente, al levantarte por la mañana y pensar en la cantidad de tiempo que ibas a estar sentado o a escuchar a los demás hablar, levantándote exclusivamente para ir al baño o para ir a comer, puede que te provocase cierta incomodidad.

Si bien no nos gusta que esto suceda, aun cuando sea de vez en cuando, sometemos a nuestros estudiantes a ello a diario. En lugar de esto, ¿por qué no se levantan y se mueven?

¿Por qué el movimiento en el aula funciona?:

Hay muchas investigaciones que analizan los efectos beneficiosos del movimiento dentro del aula. De hecho, John Ratey, autor de la Guía de Usuarios del Cerebro (User’s Guide to the Brain), así como el artículo de Edutopia “Move Your Body, Grow Your Brain” de Donna Wilson, enumeran algunos de los muchos beneficios del movimiento.

Estos incluyen: “aumento de oxígeno en el cerebro, alteraciones de los neurotransmisores y cambios estructurales en el sistema nervioso central”. Todos ellos contribuyen a un mejor desempeño de la memoria, la atención, así como de la actitud en el aula.

En un estudio publicado la Escuela de Educación John Hopkins, Anne Gilbert Green analizó a 250 niños de educación primaria y les enseñó la asignatura de Lengua a través de movimientos y métodos cinestésicos durante 20 semanas.

Después de ese tiempo, los estudiantes que participaron en dicha experiencia, obtuvieron un puntaje de un 13% más alto en las pruebas curriculares de su zona, mientras que la media del distrito cayó un 2%.

Si bien la mayoría estamos acostumbrados a estar sentados durante varias horas al día, en realidad es una práctica relativamente nueva. Durante los miles de años que los humanos han existido, solo las últimas generaciones han utilizado sillas.

Según Eric Jensen, en su artículo Moving with the Brain in Mind, estar sentados en sillas durante un tiempo prolongado puede llevar a una “mala respiración, una columna vertebral y los nervios de la parte baja de la espalda en tensión, así como mala visión y fatiga general”.

De hecho, también señala: “Sentarse en una silla por más de un corto intervalo (10 minutos) es probable que tenga efectos negativos sobre el ser físico y mental, reduciendo la conciencia física y emocional”.

¿Cómo esperar que los estudiantes rindan bien cuando pasan la mayor parte de un día de 7 horas sentados en sus asientos?

El problema radica en el hecho de que cada vez se incorpora en el currículum, más contenidos en un período de tiempo más corto. Parece que no hay suficiente tiempo en el día para enseñar lo que se espera, y mucho menos para incorporar interrupciones.

La buena noticia es que hay una manera de introducir el movimiento de manera auténtica en el aula sin interrumpir las lecciones. De hecho, una vez que se introducen estas técnicas, puede que te encuentres moviéndote por el material de manera más rápida y más eficiente que nunca.

¡Preparados, listos, … ESPERA, UN MOMENTO!

Antes de introducir el movimiento en el aula, hay que trabajar un poco previamente para preparar a los alumnos. De lo contrario, pasarás la mayor parte de la clase tratando de recuperar la atención de los alumnos.

Seis pasos a seguir antes de involucrar a los estudiantes en movimiento.

1- Encuentra una forma de recuperar el control. Es mejor tener una forma consensuada con ellos para volver a la tarea si de pronto el aula se vuelve demasiado ruidosa. Está bien tener un momento de distensión, pero deberías poder controlarlos rápidamente. Esto puede ser una simple palmada o una mano levantada.

2- Repasar las reglas. Es importante explicar las reglas de movimiento antes de comenzar. Una vez que los estudiantes se levantan y se mueven, es demasiado tarde.

3- Repasar el procedimiento. Más allá de repasar lo que se espera, los estudiantes necesitan saber todo el proceso antes de comenzar. Esto minimizará el nerviosismo en los estudiantes. También les da un objetivo para trabajar durante todo el ejercicio.

4- Anticipar los malentendidos y resolverlos. Antes de comenzar, trata de explicar el ejercicio a otra maestra, a un amigo o a un colega. Esto te dará una idea más centrada de todo lo que podría faltar en tu explicación. La falta de información puede ser confusa para los estudiantes y la comprensión total es crucial para que esta actividad funcione.

5- Estar preparado para modelar el movimiento con los estudiantes. A veces necesitan un pequeño empujón antes de estar listos para empezar. Esto generalmente significa modelar la lección o pasarla con ellos, ¡prepárense!

6- Diferenciar la tarea para estudiantes con limitaciones de movilidad. ¡Esto es necesario recordarlo, a veces se pasa por alto!

Fuente: Eduforics

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